un diario posible: octubre 2008

martes, 7 de octubre de 2008

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Hace una semana se me rompió el puerto infrarrojo y no puedo subir fotos del celular. Este post va a ser aburrido, sin imagen. Hace dos semanas se me rompió el entusiasmo por los blogs, msn y facebook. Después de una discusión con Alejandro Méndez a propósito de second life, donde él argumentaba a favor de las experiencias no físicas y yo a favor de las físicas, decidí pasar un tiempo lejos de la pantalla, leyendo libros en formato libro, tomando mates de verdad y no los que te mandan por facebook, hablando con gente en lugar de chatear. Se me pasó esa euforia de comunicación, estuve bastante tiempo sola, pensando, haciendo cosas (me dí cuenta del precioso tiempo que pierdo delante de la pantalla). Hace 15 días también que vino Helder, leí mis poesías en ruta 33. Llegamos a una conclusión que yo ya presentía, que temía un poco también: estoy atrapada en una forma de mirar y de decir el mundo. Era mi "voz", algo que me llevó años conquistar, pero que ahora sale sola. Sale bien, pero sale sola. ¿Desconfío de lo fácil? Sí. Me tomo la poesía como un trabajo, y un trabajo que no cuesta trabajo no tiene ningún desafío. Creo que estoy en un momento de transición: el otro día leí a Pavese: A propósito de ciertas poesías todavía no escritas: "Juzgamos la página futura como una exploración arriesgada de lo que a partir de mañana sabremos hacer. Palabras, corte, situaciones y ritmos del mañana nos prometen un campo más amplio para la pieza aislada que escribiremos."
Esperando que lleguen las primeras poesías, menú de lecturas de lo más variadas: Rilke, Pavese, Gianuzzi, Lihn. Vamos a ver qué sale...