un diario posible: diciembre 2010

miércoles, 29 de diciembre de 2010

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Es la época de los deseos, y tomo prestados los de Dani Umpi de su bello disco Perfecto para todas ustedes (y para todos ustedes también).

Que el día sea clarísimo
que la comida sea sabrosa y abundante
que los amigos sean divertidos
que la cama sea blanda
que los espejos sean grandes
que haya blueberries y helado de postre
que el beso sea largo y mojado
que la billetera esté hinchada
que el agua y las sombras sean frescas
que alguien cuente algo que haga reir
que salgas de compras en países extranjeros
que la heladera esté colmada
que la piel sea suave, oscura y olorosa
que el fin de semana haya una megafiesta
que esté él
que la ropa sea nueva y esté de moda
que tu cuerpo se vea espléndido al moverse
que sientas como siente un animal
que te guíes solamente por el tacto y por el olfato
que goces como una perra
que seas profundamente triste y salvajemente alegre, extremadamente agitada y absolutamente tranquila
que haya música moderna cuando tengas ganas de bailar
que los desconocidos saluden y digan "hola"
que brillen las estrellas
que nada te preocupe
que no esperes nada
que vos des el primer paso
que solamente lo hagas
que no pienses en nada más que en eso
que no pienses en nada
que no pienses en nadie, ni en vos misma
que no tengas miedo a nada
que arrases con todo.



viernes, 24 de diciembre de 2010

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Las uñas son rojas, es rojo el vino en las copas. Sos tan Eva me decís.
Podríamos pasar todo el verano comiendo cerezas.



miércoles, 15 de diciembre de 2010

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Llegó el tiempo tan temido, el tiempo tan esperado de los poemas en segunda persona. Este blog cierra pudorosamente sus persianas hasta nuevo aviso.



domingo, 5 de diciembre de 2010

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El perfume de una flor amarilla
que crece entre las baldosas
el mismo de cientos
de flores
en el campo
de la primera flor que descabecé
para quedarme en las manos
ese perfume pegajoso
algo acre
del verano.